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Para las familias empresarias, asesores y gente relacionadas con el tema, los términos Family Office y Multi Family Office dan mucho de qué hablar y generan todo tipo de interrogantes. Son instrumentos de gestión y administración de la riqueza familiar que pueden contribuir de una manera decisiva al crecimiento de la familia empresaria y a mejorar las condiciones de continuidad de su patrimonio y transmisión del legado familiar.

Algo de historia…

El concepto moderno de Oficina de Familia surge en 1838 cuando la familia de JP Morgan funda “The House of Morgan” una unidad encargada de manejar los activos de la familia. En 1882 la familia Rockefeller funda su Oficina de Familia que subsiste hoy en día.

El auge de las oficinas de familia tiene lugar en los años 80, a mediada que las grandes familias americanas, europeas y asiáticas crecen en riqueza y número de miembros. Se estima que hoy en día existen entre 7.000 y 10.000 Oficinas de Familia. Chile y México tienen un número importante de este tipo de unidades de gestión patrimonial, en Colombia la figura empieza a tomar importancia a finales de los noventa.

Contexto

El negocio familiar o la empresa, se administra de una forma particular. Accionistas (la Familia), directivos (miembros de la familia y terceros) y un equipo .
Este negocio genera dividendos que la familia distribuye o invierte en : otros negocios, activos financieros, inversiones inmobiliarias, etc.
A lo largo del tiempo, los frutos del negocio familiar se convierten en una parte importante del patrimonio familiar.

Cómo administrar eficientemente las Inversiones Familiares? – Siete claves para lograrlo. 

1 Los miembros del grupo familiar deben asumir un rol serio y profesional de propietarios, comportándose como tales, a pesar de su relación filial. 
2 Deben existir reglas claras, expresas y escritas que sean el fruto de un proceso organizado, participativo e incluyente en el que todos los accionistas / familia hayan tenido la oportunidad de participar.  (Protocolo de Familia – Acuerdos de Accionistas) 
3 La gestión y administración del patrimonio debe estar en manos de profesionales con los conocimientos y capacidades suficientes para generar valor y rendimientos. No es lo mismo administrar el Negocio Familiar que las Inversiones Familiares. La familia debe tener la sabiduría de cuándo administrar y cuándo delegar.  
4 Los dueños del patrimonio deben dejarse asesorar, un primer paso es invitar a terceros que los miren desde afuera sin consideraciones subjetivas y les puedan formular observaciones que mejoren la gestión y administración del patrimonio. 
5 Se deben crear indicadores de gestión (los famosos KPI’s), metas claras y medibles, así como estímulos para la gestión profesional y acertada del patrimonio. 
6 Así como la empresa debe generar dividendos que se reparten a los accionistas, aquellos dividendos o recursos que se invierten para aumentar el patrimonio familiar deben tener un objetivo claro, un propósito y una destinación específica. 
7 Un claro ejemplo puede ser a través de beneficios, tales como el uso de activos comunes (fincas y apartamentos), fondos de educación, auxilios para el emprendimiento, un “banco familiar” e incluso iniciativas de tipo social o filantrópico. 

El concepto de Family Office para lograr el objetivo 

La tendencia mundial sugiere que las familias empresarias, independientemente de su tamaño y patrimonio gestionen y administren sus Inversiones Familiares (ver cuadro 1) con los mismos criterios de organización, profesionalismo y dirección de una Empresa, creando una unidad o estructura sólida y fuerte, administrada por profesionales y colaboradores que apoyen dicha gestión. 

Esta  unidad de gestión y administración se conoce como el “Family Office” o la Oficina de Familia, la cual presta servicios (a la Familia) tan diversos como gestión y administración de portafolios de inversión (del grupo y de los individuos), administración de inmuebles, contratación grupal de servicios y seguros, tesorería, servicios de contabilidad, servicios tipo “conserjería” para los miembros de la familia (coordinación de actividades, viajes), manejo y administración de flotas de transporte, iniciativas sociales y filantrópicas, apoyo al emprendimiento de las generaciones más jóvenes, espacios de oficina, salas de reunión, coordinación de eventos familiares (asamblea familiar anual, Consejo de Famila, Comités de diversa índole). 

La Oficina de Familia también vela por la adecuada representación de la familia en aquellas sociedades donde tiene inversiones. 

Para crear una estructura individual (o “Single Family Office) que a su vez sea rentable, fuerte y robusta se requiere que el patrimonio bajo administración sea alto, por lo cual es usual que aquellas familias que aún no logran niveles adecuados de patrimonio para este propósito acudan a un concepto que se desarrolló a partir de la Oficina de Familia tradicional, conocido como “Multi Family Office”, u Oficina Multi Familia, donde como su nombre lo sugiere, varias familias se unen para compartir gastos de estructura y beneficiarse de los servicios de administradores y gestores profesionales de patrimonio. 

Soñar no cuesta nada – recomendación 

Si su familia empresaria no posee (aún) una “masa crítica” para tener su propia Oficina de Familia, asimile los conceptos de gestión profesional, independencia del negocio familiar y beneficio familiar, diseñe el concepto de una oficina de familia con los recursos que tiene a disposición, déjese asesorar y acompañar e inicie un proceso que lo lleve inicialmente a un Multi Family Office, y luego, porqué no, a un Family Office. 

 

 

Tuve la fortuna de tener en mis manos y de leer el libro de Agustí Sala :  «Secretos de Familia, las guerras del poder» del cual me permito hacer una breve reseña y compartir algunas reflexiones.

Con un estilo periodístico envidiable, Sala mantiene cautivo al lector con un relato bien documento, descriptivo y agradable sobre la vida de 37 familias empresarias alrededor del mundo. No se trata de familias cualquiera, incluye a los Gucci, los Guinness, los Bacardí, los Osborne, los Ferragamo, la familia Christiansen (Lego) y hasta la familia Slim del gran magnate mexicano.

El autor español introduce el concepto de sueño compartido afirmando que «los vínculos de sangre proporcionan una fuerza especial a las sociedades como consecuencia de una historia, unos valores y unos intereses que sus integrantes tienen en común (…) »

Esto hubiera permitido al autor incluir en su libro maravillosos relatos de éxito familiar y empresarial ya que una mezcla equilibrada de buenos valores, principios y relaciones familiares, sumada a un éxito empresarial que produce riqueza y bienestar a una familia puede convertirse en la clave de la felicidad. Sin embargo y como lo señalan sus relatos, esto no siempre es el caso.

Del poder y la riqueza en muchas de las familias reseñadas también es posible extraer crueles testimonios de tragedia, destrucción, rompimiento e incluso asesinatos como ocurrió en la familia Gucci cuando Patricia Reggiani contrató un par de sicarios profesionales para asesinar a su esposo Maurizio Gucci, tras años de una saga familiar caracterizada por trágicas historias de celos, rencor, pasión y revancha, entorno a la riqueza de la familia, esparcida más allá del fundador y de sus hijos.

Los cinco capítulos de su libro tienen títulos sugestivos como «Batallas y Guerras», «Disputas y Cimas», «la Continuidad», «la hora del relevo» y finaliza con «claves de supervivencia», incluyendo en este último capítulo el caso de la familia japonés Kongo Gumi, que logró perdurar durante más de 1.400 años, pero que feneció a finales de 2006 por circunstancias curiosamente de mercado, no de familia.

Además de lo agradable que resulta leer historias donde los detalles y curiosidades reveladas por el autor nos transportan a otro mundo, este libro me permitió recordar que a partir de las historias se pueden escribir nuevas y mejores historias para evitar que ciertos sucesos se repitan, o para proteger a las generaciones futuras para que no caigan en los errores de sus antepasados.

Reflexión : Las familias no se deben concentrar únicamente en la gestión y administración de su riqueza, teniendo como foco de atención su crecimiento sostenido. Más que eso, la familia empresaria debe velar por hacer esfuerzos permanentes por conocer, exaltar, propagar y difundir los valores fundacionales del Patriarca, o del puñado de familiares que lograron hacer germinar y crecer la semilla del patrimonio. Estos sólidos valores y principios son aquellos que permitirán precisamente construir el sueño compartido de que habla el autor, a partir del cual una familia puede corregir su rumbo, definirlo de una mejor manera, escribir una nueva historia, o construir como debe ser, acuerdos sólidos, basados en los valores fundacionales de la primera generación, de aquella que por estar tan ocupada trabajando y haciendo riqueza, no tenía tiempo ni necesidad de pensar en valores negativos o luchas de poder que es lo que precisamente destruye y acaba con los patrimonios familiares.

Es necesario ir más allá de la investigación y difusión de los valores fundacionales, estos deben ser tomados como fuente e inspiración para construir acuerdos como Protocolos de Familia, Acuerdos de Accionistas, Reglas de Gobierno Familiar y Corporativo, y todos los reglamentos que permitan que el tránsito generacional se desarrolle de manera adecuada y pacífica garantizando la continuidad del Patrimonio Familiar.

En una familia empresaria de tercera y cuarta generación hay suficiente capital humano e intelectual para permitir que mientras unos miembros de la familia, junto con sus gestores profesionales externos se dedican a la administración y preservación del patrimonio en el plano empresarial, otro grupo de familiares, apoyados por sus consejeros y asesores de confianza dediquen tiempo, recursos y esfuerzos a construir dichos acuerdos.

Solo así se logrará un adecuado balance entre los dos activos más importantes de un Patrimonio Familiar : la riqueza y el capital intelectual.